top of page

Tripanofobia

 La palabra fobia procede del griego antiguo “Fobos”, quien era hijo de Ares y Afrodita en la mitología griega y que representaba la personificación del miedo. En este caso, la tripanofobia es un miedo irracional a las inyecciones. El 15% de las personas que padece alguna fobia lo es a las agujas y es por ello la 4ª fobia más frecuente en el mundo.

El temor a las inyecciones suele desarrollarse durante la infancia y en muchos casos suele perdurar en la edad adulta. Su causa a menudo es una experiencia traumática en la infancia o adolescencia, y aunque en realidad no producen mucho dolor las inyecciones, estas personas lo interpretan como una seria amenaza para su integridad física. No es que crean que vayan a morir por la inyección, sino que el dolor será tan fuerte que no lo podrán ni soportar.

 Esta fobia muchas veces puede desarrollarse por condicionamiento vicario, es decir, por observación. Por ejemplo, en el caso de que un niño vea a un adulto que entra en pánico a la hora de ponerse una inyección, o por ver una película en la que aparecen inyecciones o jeringuillas. Algunos teóricos también piensan que las causas pueden ser genéticas; y otros que estamos predispuestos a padecer ciertas fobias.

 Los tripanofóbicos lo pasan realmente mal cuando han de ponerse una inyección y acudir al centro de salud. Y, en muchos casos, pueden incluso evitar estas situaciones sin importarles poner en riesgo su vida (por no vacunarse contra enfermedades como el tétanos) o reducir el dolor o la inflamación con corticoides.

Síntomas del miedo a las inyecciones

El miedo a las inyecciones presenta la misma sintomatología que cualquier fobia, donde existe un predominio de la ansiedad y el malestar y un intento exagerado por evitar las situaciones en las que puede aparecer el estímulo fóbico.

Los síntomas de la tripanofobia son:

  • Síntomas cognitivos: miedo y ansiedad frente a las jeringuillas y la posibilidad de recibir una inyección, angustia, confusión, falta de concentración, pensamientos irracionales…

  • Síntomas conductuales: evitación de cualquier situación en la que la persona puede recibir una inyección.

  • Síntomas físicos: aceleración del pulso, hiperventilación, dolor estomacal y náuseas, sensación de ahogo, boca seca, etc

Tratamiento

El tratamiento de las fobias es similar en la mayoría de casos, y la terapia psicológica, según las investigaciones, tiene un alto grado de efectividad. Existen diferentes corrientes que pueden ser útiles para tratar la tripanofobia; sin embargo, la terapia cognitivo conductual parece ser la que aporta mejores resultados. Este tipo de terapia pretende modificar los eventos internos (pensamientos, emociones, creencias, etc.) y comportamientos que se consideran que son los causantes del malestar. 

Para tratar esta fobia también es posible emplear la terapia cognitiva basada en Mindfulness o la terapia de aceptación y compromiso, que pertenecen ambas a las terapias de tercera generación, y no pretenden modificar las conductas sino aceptar la experiencia, lo que reduce automáticamente la sintomatología porque no se opone resistencia a los hechos.

En casos puntuales y extremos pueden administrarse ansiolíticos; no obstante, siempre junto a la psicoterapia. 

bottom of page